A temprana edad, partió a conocer el mundo. Mucho de lo que
dejan las partidas y un poco de desarraigo, de soledad juvenil, asoman en su
narrativa tanto de ficción como de no ficción.
Para conocer a cerca de estos viajes que lo llevaron a
realizarse y a profundizar el espíritu narrativo podemos recurrir a
#BlackRoutUait libro del cual hablamos algún tiempo atrás.
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DEL AUTOR
Caeli es una historia a la que le tengo mucho cariño. Es
una ficción compuesta por múltiples realidades, que es el recurso del que suele
valerse un escritor para crear una historia que, en parte, habla de sí, y en
parte habla de lo que él y otros ven o han visto. El Borrador quedó plasmado
más o menos en el año 2000, y el texto en sí, en sus primeras extensiones, se
remonta incluso a años anteriores. Ese borrador, sin embargo, quedó necesitando
ser todavía trabajado, faltaba darle forma, ya que, en el texto, si bien ya
estaba capitulado y muchas cosas estaban ya definidas, habían quedado insertas
como parte del mismo, muchas notas personales, ayuda memoria, detalles
inacabados e incluso nombres de personajes, incluido el de la protagonista, que
no eran los definitivos.
Dicho borrador fue completado en Italia, en un pequeño
pueblo llamado Argenta, donde vivía en aquel momento, usando una computadora de
la biblioteca pública que no estaba a disposición del público y, sin embargo,
me era prestada a diario para que fuera completada la obra. Fue retomado, para
que adquiriera su forma definitiva, veinte años después, en San Luis, y
publicado, finalmente, en el año 2021.
El texto de contratapa resume correctamente el andamiaje
sobre el cual transcurre la historia: “Leo es un escritor reconocido. Motivado
por su dificultad para estar en pareja, decide narrar la historia detrás de su
primera novela, escrita a sus jóvenes 14 años. A pedido de una bella chica dos
años mayor que él, de la que está perdidamente enamorado, debe relatar una
crónica de las así llamadas “misiones” que ella, junto con otros chicos del
barrio, llevan adelante, casi siempre a escondidas de los adultos, misiones que
los van a poner a ambos en situaciones cada vez más peligrosas. Una apasionante
aventura que transcurre en un único invierno, durante el difícil primer año del
colegio secundario, cuando el protagonista toma conciencia de estar dejando de
ser un nene para convertirse en un joven adulto. Justamente, el último invierno
de su infancia”. Apoyándose en el marco de una aventura, el autor narra el
mundo que al protagonista le es más cercano, el de una clase media de la zona
sur del conurbano, que en sus distintos estratos y capacidades, gira en torno a
un colegio privado de origen inglés.
Y en ese querer narrar su historia, mezclando los primeros
sentimientos de amor, las primeras observaciones acerca de la sociedad en la
que vive, va desarrollando su visión de la vida que le tocó vivir, e hilando
los sucesos de entonces que terminaron conformando en mente y alma al hombre
que de adulto cuenta la historia detrás de su primer libro. Es, básicamente,
una historia nostálgica, sencilla, contada con un cariño evidente por el tiempo
de la inocencia, de la primera vez en todo, cariño por los personajes, y por
las cosas que a los personajes les toca vivir.
El estilo es particular, propio del libro, que es a su vez
el estilo del autor y el del protagonista, un chico poco convencional con un
profundo interés por la ciencia, la sociología y el análisis del comportamiento
de las personas. Al tratarse de un escritor que narra su propia historia, por
más que ese escritor no sea una persona real, como autor primario yo me corro a
un lado y dejo que el autor deficción la desarrolle, y desarrolle sus
muletillas, sus modos de decir, y hasta
sus propios métodos para volcar sus memorias por escrito.
El narrador está es sus treinta, pero al narrarse a sí
mismo y a su primera experiencia literaria, se entrecruzan las maneras de
expresarse, una más pulida, más de escritor consumado, y otra que abre más la
puerta al pequeño de 14 años que, como protagonista, escribe aquel primer libro
del que habla el texto de contratapa, con un estilo que lo muestra diferente al
común de los chicos de su edad, y que, además de esa primera vez de sentirse un
escritor, está viviendo su primera vez en el amor, un amor que en su corazón se
prolonga hasta la edad adulta y, de ese modo, se cierra una suerte de círculo
entre el autor adulto y el autor niño, ambos la misma persona.
Sin dudas en el corazón de nuestro país tenemos muchos
autores por conocer y historias por descubrir que puedan sorprendernos,
alimentar nuestra imaginación y llevarnos a ese lugar que solo los libros nos
pueden llevar.
Conoce al autor detrás del libro. Aposta a la literatura y
que no se pierda la práctica de leer.
SERGIO
ZACCARI POR PAULA ORTALLI