Más allá de la discusión sobre la integración y la edad máxima para los ministros de la Corte Suprema de Justicia, la Legislatura sancionó el último jueves la llamada Ley de prevención y abordaje integral de la ludopatía, norma que cobijó unos 20 proyectos y cuyo objetivo "es brindar herramientas destinadas a prevenir, abordar y concientizar sobre los riesgos que existen para las personas en relación a los juegos de azar y apuestas así como la promoción de la salud y el cuidado integral de las personas que atraviesan una situación de consumo problemático, estableciendo un marco regulatorio para la protección de los usuarios de juegos y apuestas en general".
El Senado había votado oportunamente un texto acordado entre los diferentes bloques y luego fue Diputados la Cámara que enfocó el debate de la problemática mediante reuniones en comisiones y en jornadas amplias convocadas desde el cuerpo. Finalmente, el dictamen de la Cámara Baja con algunos cambios respecto al votado por el Senado, fue aceptado en la Cámara Alta y ahora será el Poder Ejecutivo el que deberá empezar a aplicar herramientas preventivas, especialmente en poblaciones adolescentes.
"La ludopatía es una enfermedad según la Organización Mundial de la Salud y debemos darle el tratamiento como corresponde" afirmó el diputados Ariel Bermúdez (Creo-Unidos) al exponer en el recinto. "La cuestión nos trasciende como provincia pero no podemos mirar hacia otro lado, tenemos un problema serio de apuestas y adicciones especialmente en los menores" advirtió la socialista Gisel Mahmud.
Trabajo en el aula
"La ludopatía no es solo un problema de los jóvenes, los adultos no somos un buen ejemplo" señaló Claudia Balagué (Frente Amplio por la Soberanía) quien enseguida hizo notar que referentes del fútbol y los videojuegos son las puertas de entrada. La ex ministra de Educación valoró la tarea de docentes que son los que primero advirtieron desde este fenómeno social que perjudica el trabajo en el aula.
Lucila De Ponti (Santa Fe sin Miedo) lamentó no poder ir hacia una norma más de vanguardia y admitió que primó la decisión de lograr un acuerdo amplio "ya que hoy cada persona tiene un casino y un banco en su propio teléfono celular. Natalia Armas Belavi (Vida y Familia) hizo foco en la responsabilidad de los adultos e hizo notar que "la ludopatía es una adicción sin sustancia". Otra socialista, Varinia Drisun resaltó los aspectos de la norma que apuntan al trabajo interministerial para abordar la problemática. La última exposición en diputados fue de Walter Ghione (Uno - Unidos) para quien la ley es un punto de partida para construir políticas públicas ante el flagelo de las adicciones que mutando las formas, aunque consideró esencial la recuperación de la familia para evitar la profundización de estas conductas.
En el Senado, Ciro Seisas (Rosario) destacó que se logró un proyecto "reforzado por la mirada de todo el arco político", mientras que Germán Giacomino (Constitución) resaltó que se logró una ley "más integral" acerca de una problemática creciente en la ciudadanía. Rubén Pirola (Las Colonias) celebró que se tome "como política de Estado un tema crucial que afecta de manera global".
Conductas responsables
La Ley se fija como objetivos definir los lineamientos y pautas a seguir de las políticas de promoción de la salud, prevención de la ludopatía, promoviendo conductas responsables hacia el juego de azar y apuestas, y la difusión de información confiable y veraz sobre los efectos y riesgos que produce el juego cuando se torna problemático; implementar estrategias asistenciales de cuidado integral de las personas que se encuentran atravesadas por la problemática, de su entorno familiar y referentes afectivos; generar información para la gestión en el marco de la Dirección General de Estadística y la Subdirección Provincial de Gestión del Conocimiento e Información en conjunto con el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC); proporcionar un marco regulatorio para la protección de los usuarios de juegos de azar y sitios de apuestas, sean éstos en entornos tradicionales o en línea; eliminar la exposición de las niñas, niños y adolescentes a las prácticas de juego de azar y apuestas, garantizando su seguridad mediante barreras tecnológicas de protección activa, que limiten su acceso a contenidos inapropiados para su desarrollo integral; y promover el ejercicio de la ciudadanía digital.