En las últimas horas tomaron estado público tres documentos que revelarían un plan del gobierno nacional para llevar adelante un fuerte achique en la estructura del INTA en todo el país. Las principales acciones apuntarían a la reducción de personal (desde retiros voluntarios, jubilaciones forzosas y finalización de contratos temporales), ajustes administrativos (gastos en vehículos, combustible, telefonía y viáticos), la designación de “personas de confianza” alineadas con la gestión nacional en algunas Direcciones Nacionales y la “gestión de tierras y activos”, en la que se detalla la posible enajenación (venta o arrendamiento) de miles de hectáreas que hoy forman parte de unas 20 dependencias, entre las que se encuentran las Estaciones Experimentales de Rafaela y Reconquista.

Según trascendió, en las instalaciones santafesinas aún no tienen una comunicación formal, pero la preocupación es grande. Al igual que en entidades ruralistas vinculadas con el organismo técnico. “Salió esta semana; había un run run y ahora parece que está más firme la idea, así que en la próxima reunión de Comisión Directiva lo vamos a tratar; algo vamos a hacer porque sería otro tambo más que cerraría; nos preocupa mucho”, comentó informalmente un integrante de la Sociedad Rural de Rafaela. Es oportuno recordar que, en mayo, INTA Rafaela decidió cerrar un establecimiento lechero, denominado “tambo biotipo”, en el que durante décadas se evaluó el desempeño de vacas cruza.

Uno de los documentos, que detalla la cantidad de hectáreas que se ponen “en disponibilidad” en cada dependencia, precisa que de las 486.35 hectáreas del INTA Rafaela sólo se preservarían casi 58 (57.85) y se venderían o arrendarían (temporalmente, previo a su subasta, en una instancia posterior) 428.5 hectáreas. Vale decir que también se menciona que “el INTA ha informado que sobre este inmueble existe una Cooperadora que lo explota”, ya que en otro archivo se plantea que para 2025 otro objetivo del plan es “Identificar Cooperadoras ineficientes y cerrarlas”. La misma indicación se hizo sobre la EEA Reconquista, donde se plantea conservar sólo 56 de las 1.301 hectáreas, dejando en disponibilidad 1.245. En la lista, conformada por más de 20 de inmuebles, se cita al pié: “Toda la información provista en el presente es confidencial. Las imágenes, planos, medidas, valores y demás especificaciones no son de carácter vinculante. Las mismas son aproximadas y a título informativo e ilustrativo”.

Según fuentes consultadas, aunque estos documentos no fueron presentados formalmente ni se comunicó oficialmente este plan de achicamiento territorial, no caben dudas que se trata de información genuina por el nivel de detalle que incluyen sobre los activos del organismo.

Según trascendió, todos los Directores Regionales han sido convocados a una reunión mañana, viernes 22 de noviembre, en Buenos Aires, con el Director Nacional del organismo Ariel Pereda. Mientras se especula que sería para brindar información relacionada a este plan, fuentes internas explicaron que para poder avanzar con este fuerte achique el plan debería ser aprobado por el Consejo Directivo Nacional, compuesto por las máximas autoridades del organismo y otras áreas de gobierno, pero también por entidades rurales (AACREA, SRA, Coninagro, FAA y CRA) y facultades de agronomía y veterinaria. Frente al rechazo que han manifestado, por ejemplo los representantes de los productores, podría creerse que difícilmente se encuentre consenso al respecto. Sin embargo, vale decir que sí lo halló oportunamente el fallido plan de retiros voluntarios, que aspiraba a superar las 1.000 adhesiones y apenas alcanzó a 301.

En este contexto, fuentes santafesinas afirmaron a Campolitoral que “la gente está muy mal con este tema”, en referencia tanto a técnicos como a empleados. Y sobre el achicamiento territorial sostuvieron que, si se venden, “las tierras no se recuperan más”, a diferencia del personal o el presupuesto.