El juez penal Santiago Banegas reveló en una audiencia pública haber recibido presiones para apartarse de una causa que involucra a cuatro abogados imputados por amenazas coactivas y falso testimonio. Durante la audiencia para la apertura de elementos electrónicos secuestrados, el magistrado, visiblemente afectado, denunció un intento de condicionamiento a través de un mensaje transmitido por un intermediario.

En sus declaraciones, Banegas afirmó que el mensaje insinuaba que su carrera judicial en la provincia estaba en riesgo si no se apartaba de la causa. Sin embargo, el juez decidió mantenerse en el caso, destacando su compromiso con el debido proceso.

“Entendí claramente que esto no correspondía y decidí seguir interviniendo”, manifestó Banegas. También explicó que hizo público el hecho como medida de resguardo personal y para proteger al intermediario que transmitió el mensaje.

La denuncia surge en un contexto tenso: la semana anterior, Banegas había sido recusado por los fiscales Alejandra del Río Ayala y Valentín Hereñú, quienes lo acusaron de comentarios inapropiados durante una solicitud de allanamientos. Aunque Banegas reconoció esas expresiones —que calificó como una crítica al manejo del caso—, la recusación fue rechazada y la Cámara confirmó su continuidad en la causa.

En la audiencia, Banegas reiteró su postura crítica hacia el procedimiento de la fiscalía, calificándolo de “circo” que favorecía a los imputados.

Quiebre

El juez se quebró cuando mencionó la falta de un escribano de confianza para realizar la denuncia y, entre lágrimas, comentó su situación. “Incluso pensé en dejar registro de la cuestión ante un escribano público, cosa de tener ese respaldo el día que tenga que explicar muchas cuestiones. Porque me van a decir: ¿Por qué no lo dijo cuando lo tenía que decir? Pero no soy de acá, no conozco ningún escribano en quien confiar y... [se quiebra] Tampoco sé si hablando con este escribano no podía llegar toda esta cuestión a la persona que hizo estas manifestaciones”, expresó.

Banegas decidió decirlo en la audiencia pública porque “era la mejor forma de que quede claro”. “Por más que pueda costarme el cargo, como me hicieron saber, tengo la grandeza de estar acá sentado y resolver lo que por derecho me corresponde. Sinceramente quiero creer que son cuestiones que tampoco conocen los fiscales porque, mas allá de diferencias jurídicas que podamos tener o posiciones distintas en las que nos encontramos, creo que son gente que actúa de buena fe. Quiero creerlo”, agregó.

“Si hicieron lo que dicen que hicieron, ojalá los condenen, pero para eso hay que respetar el debido proceso y todo lo que ustedes están haciendo, lo que ya se reveló, que había hablado en privado públicamente, es un circo que a los únicos que favorece es a los imputados”, señaló.

En medio de la conmoción, Banegas adelantó su decisión de renunciar al cargo en 2025. Aunque inicialmente planeaba retirarse en febrero, decidió extender su permanencia hasta octubre para evitar interpretaciones que sugieran que abandona el cargo debido a las presiones recibidas.

“Seguiré cumpliendo mi función como siempre lo he hecho, con absoluta tranquilidad de que resuelvo siempre conforme a derecho y con integridad moral”, aseguró el juez.