Cada 30 de diciembre, la familia de Sofía Herrera se enfrenta a un día cargado de sentimientos encontrados y recuerdos dolorosos. La joven, que en el momento de su desaparición tenía apenas 3 años, fue vista por última vez el 28 de septiembre de 2008, mientras disfrutaba de un día en un camping con su familia en la localidad de Río Grande, Tierra del Fuego.

Desde aquel entonces, la desaparición de Sofía Herrera dejó un vacío irreparable, convirtiendo cada aniversario de su nacimiento en una jornada incompleta, marcada por la angustia y el recuerdo constante de la pequeña que se desvaneció sin dejar rastro.

Este lunes, como ya es tradición, su madre, María Elena Delgado, decidió compartir en sus redes sociales un mensaje para saludarla, recordando con emoción los momentos compartidos y la tristeza que acompaña su ausencia.

En la publicación, María Elena expresó: “Hoy, cumplís 20 años mi querida Sofí, te siento más cerca que nunca aunque estés ausente físicamente”, un mensaje cargado de amor y nostalgia.

A continuación, la madre de Sofía Herrera recordó aquellos primeros cumpleaños en los que la ausencia de su hija se fue haciendo cada vez más palpable, marcando con dolor la celebración.

“A los 3 años, celebramos en casa con amiguitos, no podía faltar el castillo de la princesita adorada que eras vos. A los 4 años, todo se derrumbó. El dolor era gigante por tu desaparición. El castillo se quedó esperando a su princesita Sofi. El oso blanco no regresó, Las canciones de Xuxa no se escucharon. Todo fue dolor”, relató con voz quebrada, evocando los momentos felices que se convirtieron en un recuerdo lejano tras ese trágico día.

En el mensaje, la madre de Sofía también rememoró cómo cada cumpleaños posterior estuvo marcado por el sufrimiento y la esperanza de su regreso, algo que nunca llegó.

“Y así pasaron los años... A los 9 años, tus risas aún resonaban en cada rincón de la casa; a los 10 años, tus sueños llenaban nuestros corazones; a los 11 años, tu recuerdo seguía llenando nuestras vidas; a los 12 años, la esperanza aún brillaba en cada foto tuya; a los 13 años, cada día rezábamos por tenerte de vuelta; a los 14 años, la incertidumbre nos consumía; a los 15 años, el vacío era inmenso; a los 16 años, tu ausencia dolía más que nunca; a los 17 años, todavía esperábamos un milagro; a los 18 años, nuestros corazones seguían aferrados a la esperanza; a los 19 años”, continuó María Elena, al recordar lo que cada aniversario significó para ella y su familia.