Una nueva coronación de gloria se suma para la Argentina, que no se contenta con ser solo Campeón del Mundo de fútbol por tercera vez. En esta oportunidad, dos docentes argentinos fueron elegidos entre los 50 mejores del mundo, un reconocimiento que habla de la calidad de la educación de nuestro país, que hoy enfrenta un ajuste feroz por parte del gobierno de Javier Milei.

A pesar de los intentos de Sandra Pettovello como Ministra de Capital Humano de denostar la educación argentina, el mundo reconoce el valor del trabajo de nuestros docentes. A continuación te contamos quiénes son los dos docentes elegidos entre más de 5 mil postulaciones, como los mejores 50 del mundo.

Los dos docentes argentinos elegidos entre los 50 mejores del mundo son Karina Sarro y Lucas Vogel, quienes fueron reconocidos por la Fundación Varkey junto a la UNESCO, en el marco del Global Teacher Prize, un premio cuyo ganador recibe 1 millón de dólares.

Karina Sarro, docente apasionada por la innovación y la tecnología, ejerce en una institución pública dentro de una comunidad con desafíos socioeconómicos. Su metodología educativa combina aprendizaje basado en proyectos, actividades interdisciplinarias y herramientas tecnológicas para preparar a los estudiantes frente a los desafíos del futuro.

Uno de sus proyectos más destacados, Educiudad 4.0, motivó a los alumnos a desarrollar un sistema de monitoreo de energía y calidad del aire en una ciudad sostenible. Este enfoque no solo fomenta el pensamiento crítico, sino que también impulsa la conciencia ambiental.

Además, Karina se dedica a talleres de alfabetización tecnológica para adultos, campañas de reciclaje y proyectos de sostenibilidad que abordan el cambio climático. Sus estudiantes han ganado competencias internacionales como el Bebras Challenge y han recibido reconocimientos por sus trabajos en inteligencia artificial.

Lucas Vogel, por su parte, ejerce la docencia desde hace más de 17 años en las comunidades de Oberá y Campo Grande, en Misiones. Con una licenciatura en Educación y una especialización en Estudios Sociales, Lucas implementa métodos innovadores para enseñar matemáticas y análisis matemático, relacionando los conceptos con situaciones cotidianas.

Además, lidera el Espacio STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) en el Centro de Día y Hogar de Día de Oberá, donde trabaja con estudiantes en contextos de vulnerabilidad y con discapacidades. Entre los proyectos destacados de Lucas se encuentra “Duendes de la Reserva El Anchico”, que combina alfabetización, biodiversidad y proporcionalidad.

También colabora con cooperativas y bibliotecas para ampliar el acceso a recursos educativos, fomentando la responsabilidad social y la conciencia ambiental. Su trabajo no solo impacta a sus estudiantes, sino que también inspira a futuros educadores que toman sus métodos como referencia.