Con el objetivo entre ceja y ceja de ensanchar las fronteras de Unidos para Cambiar Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro cenó el jueves con nueve intendentes y presidentes comunales del peronismo. Pablo Corsalini es el referente de los alcaldes. Intereses comunes, políticos y de gestión.
Con el objetivo entre ceja y ceja de ensanchar las fronteras de Unidos para Cambiar Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro cenó el jueves con nueve intendentes y presidentes comunales del peronismo. Pablo Corsalini es el referente de los alcaldes. Intereses comunes, políticos y de gestión.
Pullaro es un hombre de la política, tradicional, con hambre de ir por más siempre. En ese marco, uno de sus planes es imprimirle más volumen y amplitud al oficialismo. Ante la diáspora y la crisis que atraviesa el Partido Justicialista, no para de tentar peronistas. A un exdiputado provincial le propuso pegar el salto tres veces en los últimos meses. El dirigente resiste, pero no deja de leer la ambición del gobernador y su equipo.
Los que salvaron la ropa dentro del peronismo
Corsalini es una suerte de líder de Vamos, un espacio de intendentes y presidentes comunales que, ante la mala del presente, quiere un lugar de consideración dentro de la interna. Hoy todos y todas están en el lano, esa es la lectura. Por ende, hay que darles más atención a quienes salvaron la ropa ante la tromba electoral que resultó Unidos en 2023.
Con hambre de crecimiento dentro del PJ, Corsalini se esfuerza por establecer sociedades, vínculos y relaciones en pos del objetivo. ¿Saltar a Unidos, como anhela el oficialismo? “Nada más lejano”, aseguran en el entorno del perecino. Sin embargo, hay margen para seguir creciendo de la mano, en armonía, entre Pullaro y el intendentismo.
En Vamos consideran que Unidos no sólo puede ampliar sus fronteras territoriales con figuras de la coalición. Por ese motivo, necesitan del conocimiento del terreno que cosechan los alcaldes para ingresar al barro local. Política y gestión, de la mano. A cambio, los intendentes se ganan la construcción de un puente directo con el gobierno provincial. En los tiempos aciagos de Javier Milei presidente, para localidades con presupuestos exiguos, no es poco.
La interna de los intendentes peronistas en Santa Fe
A los intendentes, además, les sirve para plasmar diferencias con un sector de sus pares que eligió otro camino. Hay otra corriente de intendentes peronistas, liderada por el jefe municipal de Funes, Roly Santacroce, que tiene un vínculo hostil con Pullaro y prefirió ir derecho a la Casa Rosada –como publicó Letra P en exclusiva– para tener una línea directa de gestión y relaciones con el mileísmo.
Las diferencias están a la vista. Producto de un peronismo a la deriva, los jefes territoriales del PJ hacen la suya. Algunos se enrolan en la orgánica del partido, dan la pelea adentro y construyen una suerte de alianza táctica con Pullaro. Otros juegan por afuera, no descartan competir por las suyas en 2025 y se acercan a otras expresiones de la política con todo un horizonte de crecimiento en la provincia, como La Libertad Avanza y la fuerza que lidera Amalia Granata. Estrategias, en definitiva.
Pullaro es un observador del fenómeno. Al gobernador no le interesa un peronismo derruido. Está convencido de que el PJ revertirá la mala y tiene en Santa Fe unos 30 a 32 puntos estables, sea quien sea la persona que levante sus banderas. Si hay algo que el justicialismo le garantiza al mandatario es el diálogo y la negociación franca, rasgos de la política tradicional que el arco libertario o Granata, absolutamente impredecibles, no pueden hacer.