A días de la Fiesta de Jaaukanigás, uno de los eventos más importantes de la región, el acceso a Puerto Ocampo se encuentra en un estado alarmante. Usuarios denuncian que el puente del Cinco, lejos de ser una solución, es un obstáculo: muchos automovilistas no se animan a cruzar debido a los desniveles que hacen que los autos toquen abajo. Del otro lado, el camino se convierte en un desafío aún mayor, con monte cerrado, pozos y tramos intransitables que reflejan el abandono de la zona.  

Vecinos también remarcan que esta área, siendo uno de los principales atractivos turísticos, debería estar en mejores condiciones. Además, denuncian el peligro que genera la polvareda levantada por el intenso tránsito hacia el camping, ya que dificulta la visibilidad y pone en riesgo a quienes circulan. La falta de un regador municipal que mantenga controlado el polvo agrava aún más la situación.