Laura, una reconocida tallerista y artista local, decidió compartir públicamente su experiencia tras 15 años de trabajo en el ámbito cultural de Villa Ocampo. A través de un emotivo mensaje en redes sociales, Laura expresó sus sentimientos tras dejar su puesto, no por decisión propia, sino por decisiones institucionales que priorizaron "innovación" y nuevos talleristas, dejando de lado, según sus palabras, la trayectoria y el sentido de pertenencia.
Laura no solo trabajó durante 15 años en el área de Cultura, sino que, desde niña, formó parte de este mundo. "Casi toda mi vida hice Cultura", afirmó, destacando su compromiso con el lema Artes Y Oficios, un espacio que, según ella, sirvió como terapia y oficio para muchos alumnos, tanto niños como adultos.
Aunque reconoció errores y aciertos en su trayectoria, Laura aseguró que siempre fue leal a sus convicciones y valores. "Luché por un buen funcionamiento, por el diálogo y la apertura, pero a veces estas cuestiones tienen su castigo", expresó, refiriéndose a las decisiones que la llevaron a dejar su puesto.
Laura aclaró que no está en contra de los nuevos talleristas ni de la innovación, pero cuestionó que no se valore la trayectoria y las herencias culturales. "Me dijeron que no vale la trayectoria, ni las herencias, pero también hay puestos llevados por política y herencia", señaló, sin dejar de desear éxito a quienes asumirán su lugar.
Aunque no le cerraron las puertas, Laura recordó que el espacio cultural es de todos, especialmente de los artistas. "Ese lugar es de todos, sobre todo de los artistas", afirmó, defendiendo su derecho a expresarse públicamente después de años de trabajo y lucha.
Laura agradeció a los padres de sus alumnos, a sus "peques" y a sus alumnas adultas por la confianza depositada en ella. "Agradezco a quienes me eligieron y confiaron en mí", dijo, destacando el impacto positivo que tuvo su trabajo en la comunidad.
Aunque ya no estará como trabajadora, Laura aseguró que seguirá haciendo lo que ama: "Seguiré siendo parte de la cultura, no como trabajadora, sino como artista". Concluyó su mensaje con una frase contundente: **"Pasan los gobiernos, quedan los artistas"**, reafirmando su compromiso con el arte y la cultura, más allá de los cargos o las estructuras.
El mensaje de Laura no solo es un desahogo personal, sino también una reflexión sobre el valor de la cultura y el arte en la sociedad. Su historia resuena en muchos artistas y trabajadores culturales que, como ella, dedican su vida a enriquecer la comunidad, a veces sin el reconocimiento que merecen.
Mientras Villa Ocampo sigue avanzando en su transformación cultural, las palabras de Laura sirven como recordatorio de que el arte no solo es un trabajo, sino una pasión que trasciende los cargos y las políticas.