José encontró la mochila de Damián, quien había juntado ese dinero para la operación de su hija de 5 años. El obrero no aceptó recompensa.
Damian, vecino de la ciudad de Gálvez en el departamento San Jerónimo, entró en desesperación cuando llegó a su casa sin el dinero que necesita su hija para ser operada. Eran más de $2.000.000 perdidos en sobre la ruta 41s, que fueron encontrados por José Martínez, un ayudante de albañil de Barrancas, quien no dudó en devolver cada billete. Martínez transitaba la conexión entre Barrancas y Bernardo de Irigoyen, otra localidad de San Jerónimo, como todos los días. Pero esta vez notó un resplandor cerca del puente hacia Irigoyen. “Veo algo que brilla, frené y lo levanté. Era una mochila llena de billetes y una billetera con 100 mil pesos”, contó José al periodista de Barrancas Gustavo Arnese. Entre el dinero también estaba la documentación de Damián, un hombre de 38 años, empleado metalúrgico y oriundo de Gálvez. Sin dudarlo, el joven de 26 años tomó la mochila, llamó al celular que aparecía en la documentación encontrada y emprendió camino hacia Gálvez. “Soy humilde, changarín, pero los valores que me enseñaron mis padres los llevo muy presentes”, remarcó Martínez. Pérdida en la ruta Damián, atónito, no lo podía creer. Ese mismo día viajaba con el dinero en la mochila pero se desprendieron las tiras y recién se percató de la pérdida cuando cruzaba las primeras calles de Gálvez. Según le dijo el hombre a Martínez, el dinero era para una operación muy costosa de su hija y que, en agradecimiento por el gesto, quería retribuirlo con 100 mil pesos. Sin embargo, el ayudante de albañil le regresó el dinero. Era su forma de ayudar a Damián con la operación de su hija, expresó. “Luego me invitó a la casa y compartimos unos mates”, contó José, para darle cierre a la historia.
Así lo determinó un estudio postmorten. La niña tenía múltiples comorbilidades y resta dilucidar si la causa de muerte fue o no provocada por el dengue.
El Sumo Pontífice falleció este lunes a los 88 años. Recibió el último adiós de miles de fieles en la Basílica de San Pedro donde se lleva a cabo el funeral.
El pequeño Brunito, de 4 años, fue atacado en la cara cuando jugaba en la vereda. Lo operan esta mañana en el hospital de Niños. Antes, una nena de 5 años sufrió un hecho similar en barrio Candioti.
El ataúd del Sumo Pontífice está dispuesto en la Capilla de Santa Marta.